domingo, 16 de septiembre de 2012

Diario del editor (día 1)

Bien, esto es un experimento experimental (sí, es a propósito), no será todos los días pero iré apuntando lo más que pueda sobre el cómo es la vida en la oficina, así pues, comencemos:

Día 1

Deben entender que tengo varias ocupaciones a lo largo del día, una de ellas es mi trabajo en línea (el que paga las cuentas por ahora), y que es el mismo que me hace levantarme no tan tarde cada día para reportarme, responder mails, entregar algunos trabajos y esas cosas de empleado.

Hoy, lejos de trabajar en montar fotografías en las nuevas credenciales para los socios del club, me puse a escuchar música y decir "sí, señor" a mi "jefe inmediato" si se le puede llamar así. Más tarde, luego de asegurarme de que ya tenía dinero en la tarjeta, me despedí y me dispuse a ir a hacer la despensa con mi esposo.

Luego me dirigí al trabajo que más me gusta, ser editor de El Investigador.

Ha habido mucho trabajo en la revista, y el Director se encarga de recordarme, con frases sutiles, que tengo una pila de papeleo por hacer.

Boss: "¿Este mes no habrá Archivo?"
Von Marmalade: "¡Sí habrá!"
Boss: "Ya una vez no hubo..."

Pero por más que he tratado de trabajar en todo, la verdad hay tanto que no sé por dónde comenzar, y en momentos como este es que me pongo creativa y he llenado unas cuantas páginas de mi agenda con dibujos despreocupados.

Más tarde, luego de un paseo frustrado, nuestro traductor se reporta entregando algunos archivos que me debía, apenas en tiempo. Ahora debo ponerme a leer las traducciones y tratar de bajarle a la pila de pendientes que está a mi lado, recordándome que la deadline se acerca a pasos agigantados este mes...

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